La chica de las estrellas

La miraba a los ojos y solo veía el universo. Sus lunares eran constelaciones donde me quería perder. Yo la llamaba la chica de las estrellas, porque parecía que no perteneciera a nuestro planeta. Sus manos me hacian girar alrededor de ella como la Tierra gira alrededor del Sol, ella era mi fuente de calor. Y cuando haciamos el amor es como si volviera a explosionar el Big Bang dentro de mi.
Mejor dicho, ella era mi Big Bang, entró en mi vida estallando todo aquello que creía cierto y todo lo que creía falso.
Puso mi mundo patas arriba cuando aparecieron esas largas piernas en el bar donde trabajaba, tan largas que parecían escaleras para poder tocar la Luna.
Y no me hacia falta un cohete para viajar al espacio, me bastaba con una de sus caricias.
Mi chica de las estrellas... solo quiero que seas mía, como yo soy tuyo desde que me miraste por primera vez.

Me desnudo cuando escribo

Me encanta escribir. En cada palabra que escribo siento como si se fuera desprendiendo de mi la sensación  de vacío.  Es extraño, suelto letras pero me siento llena. Cada vez que escribo se van cayendo cosas negativas de mi, para de esta forma dejar hueco a aquellas cosas importantes y buenas, por lo que acabo sintiendome llena y pletórica.
A pesar de esto, no suelo escribir mucho, no suelo encontrar tiempo para ello y tengo claro que eso es un error.
Siempre me han dicho que hay que dedicarse tiempo a uno mismo y hacer aquello que te hace feliz, yo me siento realmente yo, sin escudos ni mascaras, cuando escribo. Y esta soy yo, la verdadera yo, desnuda y sin cadenas. Yo.

Hoy me siento polvo

Hay días en los que me siento tan insignificante como una mota de polvo. Invisible, pequeña, mediocre. Como si en cualquier momento un plumero me fuera a lanzar por los aires porque estorbo, porque no soy nada. A veces me siento nada y otras me siento todo. En ocasiones me siento el plumero, echando aquellos pensamientos negativos de mi vida, pero esta no es esa ocasión, hoy me siento polvo.

¿Qué tipo de persona eres ante el miedo?

Una gran persona me dijo una vez que cuando por las noches tenía miedo abría las ojos para ver que no había nada y así dejaba de tener miedo. Me extrañó mucho, pues yo creía que todo el mundo hacía como yo, que cerraba los ojos y no los abría por si acaso.

Creo que este mundo se divide en dos grandes grupos: los que cierran los ojos ante el miedo y los que los abren.

Los que abren los ojos ante el miedo son aquellas personas que se atreven a arriesgar, que no se dejan paralizar por el miedo. Son las personas por las que el mundo se mueve, porque ellos no se quedan quietos.

En cambio las personas que cierran los ojos ante el miedo son aquellas que se dejan dominar por él, y por lo tanto siempre viven acompañadas de este. Son aquellas personas que no se arriesgan, que se quedan paralizadas y se conforman con lo que tienen por que es seguro.
Yo siempre he sido de las que los ha cerrado. 
Nunca debí cerrar los ojos ante al miedo. 

Por eso yo quiero ser de las que abren los ojos, de las que mueven el mundo, de las que arriesgan y se atreven a luchar aunque tenga todo en su contra.

Algún día, yo abriré los ojos ante el miedo.

El amor es sordo

Mi vida estaba en pleno silencio pero, de repente, tú fuiste un sonido estremecedor. Quizás fue eso lo que de ti me llamo la atención, que entraste en mi vida de una forma estridente.

La verdad, no esperaba una entrada tan llamativa por parte del amor, pero rompiste el silencio al que estaba acostumbrada. 

Eso no significa que sea malo, es más, todo lo contrario. Rompiste mis esquemas con tan solo una mirada. Irrumpiste mi silencio con tus besos estrepitosos, hasta hacerme ensordecer. Una sordera selectiva, porque no había otra voz que quisiera escuchar que no fuera la tuya, solo podía escucharte a ti. Tus palabras eran mis melodías favoritas y tú mi cantante predilecto.

Ya no había marcha atrás, aunque tú cambiaras de melodías, yo ya estaba perdidamente enamorada de ti, y todo aquello que saliera de tu boca me parecía hermoso.

El amor no es ciego señores, el amor es sordo.

Me siento pequeña

Mirando las estrellas, me siento tan pequeña... 

Me siento pequeña al saber lo grande que es el universo, y ser consciente de que soy una diminuta parte de ese grandioso cosmos.

Me gusta imaginar que soy una estrella fugaz surcando el cielo, y que cuando alguien me ve, pide un deseo, y yo, como si de un genio de la lampara se tratara, tengo la capacidad de concederlo.

Me gusta imaginar que soy la Luna, y ser testigo de noches de amargura, noches de diversión, noches de pasión... Ser admirada y contemplada por miles de ojos.

Ahora mismo, quisiera subirme a un cohete y viajar años luz. Lejos, muy lejos, y poder ver las mil y un maravillas que hay en todo el universo. Dormirme en una estrella, bailar en Venus, cantar en Marte y jugar en Neptuno.

Sentirme nada, en ese gran todo.

Sin embargo, en el Planeta Tierra me siento igual de pequeña. Supuestamente somos la "Especie superior", pero yo no me considero superior a un árbol milenario, o a una tortuga marina.

Quizás, si la humanidad dejara de pensar que es superior y que por ello tiene derecho a dominarlo todo, no habría contaminación, ni especies de animales extintas. 

El tiempo: ¿Tesoro subestimado?

Nuestra vida tiene fecha de caducidad, y parece que no nos hemos dado cuenta.Hay que aprovechar siempre el tiempo, en aquello que nos gusta y con las personas que queremos. Cuando una persona nos dedica tiempo es algo precioso, porque nos esta regalando un trocito de su vida. Y parece que eso no es valorado hoy en día.  Si te murieras hoy, ¿Estarías satisfecho con tu vida? ¿Estarías satisfecho de lo que has dicho y hecho?¿Qué hubieras cambiado? ¿Les has dado las gracias a aquellas personas que han hecho algo importante por ti? ¿Le has dicho "Te quiero" a esa persona especial? ¿Has hecho lo que realmente querías?

Aún estas a tiempo. Nunca aplaces un "Te quiero", nunca aplaces un abrazo, nunca aplaces el demostrar a alguien que es importante para ti, porque no sabes lo que puede pasar mañana.

¿Y si pasa algo y no puedes decirle a esa persona aquello que sentías? ¿Y si sucede algo y no le has dicho a tus padres que son el mejor regalo que la vida te ha podido ofrecer?

Te pasaras la vida entera con el remordimiento de: ¿Qué habría pasado si le hubieras dicho esto? ¿Qué habría pasado si hubieras hecho esto?

No permitas que la duda se quede en tu cuerpo, no te conformes con eso.

Vive el AHORA y aprovecha el momento, el mañana es una incertidumbre de la cual no sabes nada.

No te pases la vida esperando, mirando como se mueven las agujas del reloj. No pierdas el tiempo, o llegara un día en el que te arrepentirás.

Porque perderás a personas por no saber valorarlas, por no dedicarles tiempo, por el "ya habrá tiempo para esa persona", por el "ya le diré lo que siento", y quizás ya es tarde, quizás no llegara ese momento.

¡Actúa! No te quedes con el pensamiento.